La Evolución de los Sistemas de Seguridad

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En el emocionante mundo de los automóviles, la seguridad siempre ha sido una preocupación fundamental. A lo largo de los años, los fabricantes de automóviles han trabajado incansablemente para desarrollar y mejorar los sistemas de seguridad, brindando a los conductores y pasajeros una protección cada vez mayor. Hoy, en OMODA, exploraremos la fascinante evolución de los sistemas de seguridad en los vehículos a lo largo de la historia.

Cinturones de seguridad

El cinturón de seguridad es uno de los inventos más importantes en términos de seguridad vehicular. Fue inventado por Nils Bohlin, un ingeniero sueco que trabajaba para Volvo, en 1959. Bohlin diseñó un cinturón de seguridad de tres puntos que brindaba una protección mucho mayor que los cinturones de dos puntos existentes en ese momento.

El diseño de Bohlin incluía una correa diagonal que se cruzaba sobre el pecho y una correa horizontal que se abrochaba sobre el regazo. Esta configuración de tres puntos distribuía la fuerza del impacto en áreas más amplias del cuerpo, reduciendo las lesiones graves en caso de colisión.

La introducción de los cinturones de seguridad de tres puntos fue revolucionaria y, en poco tiempo, se convirtieron en un estándar en la industria automotriz. Sin embargo, su adopción masiva por parte de los conductores tardó en llegar. Fue a principios de la década de 1970, cuando se comenzaron a implementar leyes que requerían el uso obligatorio de cinturones de seguridad en varios países, que su uso se popularizó.

Airbags

El ingeniero estadounidense Allen Breed patentó el primer sistema de airbag en 1968. Sin embargo, fue hasta principios de la década de 1970 que los fabricantes de automóviles, especialmente General Motors y Ford, comenzaron a incorporar airbags en sus vehículos como opción de seguridad.

Inicialmente, los airbags se diseñaron para proporcionar una protección adicional en caso de colisiones frontales. Estos primeros airbags eran sistemas de una sola etapa que se inflaban rápidamente cuando se detectaba una fuerte desaceleración debido al impacto.

Con el tiempo, se desarrollaron sistemas de airbags más sofisticados. En la década de 1990, se introdujeron los airbags de doble etapa, que ajustaban la velocidad y la fuerza de inflado según la gravedad del impacto y la posición del ocupante. Esto permitió una mejor adaptación a diferentes tipos de colisiones y evitó la posibilidad de lesiones causadas por una bolsa de aire inflada con demasiada fuerza.

A medida que avanzaba la tecnología, también se implementaron airbags laterales y de cortina para proteger la cabeza y el cuerpo de los ocupantes en caso de colisiones laterales. Estos airbags adicionales se despliegan desde los paneles de las puertas o desde el techo y ayudan a reducir las lesiones en la cabeza, el pecho y la pelvis.

En la actualidad, los vehículos modernos cuentan con sistemas de airbags más avanzados y completos. Se han agregado sensores adicionales para detectar la posición del ocupante y la gravedad del impacto, lo que permite una mayor precisión en la activación de los airbags. Además, los airbags de rodilla y los airbags traseros son cada vez más comunes, proporcionando una protección adicional en áreas vulnerables del cuerpo.

Sistemas de frenado

Otro de los sistemas de seguridad más importantes fueron los sistemas de frenado.

Uno de los hitos más importantes en la historia de los sistemas de frenado es la introducción de los sistemas antibloqueo de frenos (ABS). El ABS se desarrolló en la década de 1950, pero su implementación generalizada en los vehículos de pasajeros no se produjo hasta las décadas de 1980 y 1990. El ABS es un sistema que evita que las ruedas se bloqueen durante una frenada brusca, permitiendo al conductor mantener el control del vehículo y reduciendo la distancia de frenado. Esto es especialmente útil en superficies resbaladizas o en situaciones de emergencia.

A medida que avanzaba la tecnología, se introdujeron mejoras en el ABS. Por ejemplo, se incorporaron sensores de velocidad de las ruedas para medir el ritmo de rotación de cada una. Estos sensores permiten que el sistema detecte cuándo una o varias ruedas están a punto de bloquearse y ajuste la presión de frenado individualmente para mantener el control del vehículo de manera más efectiva.

Además de los sistemas mencionados, también se han desarrollado sistemas de frenado que ayudan a prevenir el deslizamiento lateral, como el control de estabilidad electrónico (ESC). Este sistema monitorea constantemente la tracción de cada rueda y, si detecta un deslizamiento lateral, puede aplicar de forma selectiva los frenos en las ruedas individuales y ajustar la potencia del motor para corregir la trayectoria del vehículo.

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